viernes, 19 de junio de 2015



Son instrumentos musicales que producen sonidos por medio de las vibraciones de una o más cuerdas, usualmente amplificadas por medio de una caja de resonancia. Estas cuerdas están tensadas entre dos puntos del instrumento y se hacen sonar pulsando, frotando o percutiendo la cuerda.
Instrumentos musicales de cuerda en el Museo de Arte Popular de la Ciudad de México.

En la orquesta clásica, se llama «cuerdas» al conjunto de instrumentos de cuerda frotada formado por los grupos de violines (normalmente divididos en violines primeros y segundos), violas, violonchelos y contrabajos. Lo mismo sucede con la orquesta de cuerdas, que está conformada por los mismos instrumentos. De forma similar se habla de un trío, cuarteto o quinteto de cuerdas, cuando se trata de agrupaciones de violín, viola y violonchelo; 2 violines, viola y violonchelo; o 2 violines, viola, violonchelo y contrabajo respectivamente.



Clasificación de los instrumentos de cuerda

Los instrumentos de cuerda se pueden dividir en tres grupos, de acuerdo con la forma de producir la vibración:

1) Cuerdas frotadas: las cuerdas se ponen en vibración al ser frotadas con un arco, que es una varilla de madera flexible y ligeramente curva, con crines de un extremo a otro cuya tensión puede regularse. Las cuerdas están dispuestas sobre una caja de resonancia provista de orificios.


A continuación se enumeran los instrumentos musicales pertenecientes a este grupo, de acuerdo con el tamaño de la caja, de menor a mayor: violín, viola, contrabajo, violonchelo.





Todos estos instrumentos están dotados de una gran sensibilidad, pudiendo producir los más delicados matices de timbres y volumen.



2) Cuerdas pulsadas:en estas cuerdas, la vibración se obtiene mediante la pulsación de la cuerda.

Se puede citar el arpa, formada por una serie de cuerdas de distinta longitud, tensadas sobre un bastidor de forma triangular, cuyo lado inferior es la caja de resonancia. El clavicémbalo, que es un instrumento de tecla cuyas cuerdas se pulsan por púas mediante un mecanismo que se acciona por un teclado. La cítara y el clavecín, que tienen las cuerdas alojadas en caja de madera, y finalmente la guitarra y el laúd, que tienen las cuerdas tendidas sobre la caja de resonancia. Es decir los instrumentos que forman este segundo grupo son: el arpa, al clavicémbalo, la cítara, el clavecín, la guitarra acústica y el laúd.


3) Cuerdas percutidas: en este grupo se logra la vibración al golpearlas mediante pequeños martillos. Las cuerdas se encuentran encerradas en una caja de madera, que se comporta como una caja resonante.
A este grupo pertenecen el piano y el clavicordio, en los que la percusión se efectúa mediante las teclas, mientras que en el címbalo, perteneciente también a este grupo, la percusión es directa.

Los instrumentos musicales de este grupo son: el címbalo, el clavicordio, el piano de cola y de pared.
Puesto que las cuerdas pueden vibrar simultáneamente, de forma distinta, y según la forma de excitación, con los tres procedimientos de pulsación se obtiene una producción diferente de los armónicos que acompañan al fundamental, por lo que la pulsación influye sensiblemente sobre el timbre.

Otra división se podría realizar atendiendo a que los instrumentos tengan variable o fija la longitud de las cuerdas. El violín, viola, violonchelo, contrabajo, guitarra y laúd, tienen la longitud de las cuerdas variable siendo el ejecutante el que al mover los dedos, sobre las cuerdas, limita a voluntad la longitud de las mismas, obteniendo la nota deseada. 

El resto de los instrumentos musicales mencionados tienen la longitud fija, por lo que necesitan una cuerda por cada nota que se desea obtener. En todos los instrumentos mencionados anteriormente, se alcanza la tensión deseada, al girar las clavijas lo que se conoce como afinación.
En algunos instrumentos de cuerda, cuya longitud es fija mediante unos pedales se modifican las condiciones de vibración de las cuerdas, por lo que se enriquece el número de sonidos a emitir.